“No están ustedes para saberlo, ni yo para contarlo” pero ayer fue mi cumpleaños y fui con mi familia a celebrar con una rica y sorpresiva cena al nuevo restaurante que se encuentra en Andares, su nombre es “Loló”.
Digo “sorpresiva” porque su concepto de comida es “Mexicana con jiribilla”, lo cual al principio me hizo creer que me encontraría con una especie de cenaduría “nice”, pero en mi opinión la comida que ofrecen, de mexicana no tiene nada. Más bien es comida fusión, esta comida que últimamente anda de moda, que se trata de mezclar estilos culinarios de diferentes culturas como la mezcla de ingredientes representativos de otros países, mezcla de condimentos y prácticas culinarias.
Seguramente muchos de ustedes conocen los restaurantes “I latina” y “Anita Li”, y como podrán saber estos restaurantes son hermanos y “Loló” es el nuevo de esta familia, para que se den una mejor idea del concepto.
Voy a comenzar a describirles el lugar para cuando toque hablarles de la comida, puedan imaginar mejor como es el ambiente al estar en este restaurante. Estos restaurantes son característicos por su decoración de mezclas rebuscadas con artesanías y juguetes típicos, iconos que forman parte de la vida cotidiana del mexicano y alguna que otra ocurrencia con elementos reciclados; como por ejemplo los candelabros hechos de botellas de vidrio de “7UP”, que adornan la barra del restaurante. Algo que llama mucho la atención es una columna que hay justo a lado de las escaleras, esta está tapizada con simpáticas zapatillas de plástico; también en la parte superior al fondo podemos observar unas pinturas de personajes como la ancianita de “Chocolate Abuelita”, el charro de la salsa picante “Tapatío” y hasta el pelón de “Maestro Limpio”.
Respecto a la comida, lo primero que notas en la carta son algunos de los platillos favoritos de los otros restaurantes, como los tacos tropicales, los tacones de atún, los camarones asados thai, entre otros. Mi intención era probar platillos nuevos solamente, pero no pude resistirme a los deliciosos Tacos Tropicales y a los Tacones de Atún, los primeros son unos tacos hechos con tortilla de rebanadas de jícama de camarón capeado con un aderezo de chipotle y unos cubitos de mango que le dan un toque especial; los de atún los sirven en tortilla de harina con aderezo de aguacate, alioli de gambas y una salsa de tomatillo. Sólo puedo decir que si tuviera que elegir algún favorito entre estos dos, estaría metida en un gran dilema, los dos son estupendos.
De entrada también pedimos una tártara de atún, debo confesar que es una de las más buenas que he probado, es muy sencilla pero la salsa donde la preparan, tiene un sabor único y eso es lo que la hace de las mejores tártaras.
Mi papá ordeno las Baby Back Ribs Chifa, son unas jugosas costillitas bañadas en una salsa bbq con un ligero sabor oriental, estas van acompañadas de puré de camote, y de una ensalada de pepino con cebolla con un toque de ajonjolí y vinagre; a mi parecer están muy buenas.
Mi hermano pidió Pollo Kum Yom, es una pechuga de pollo confitado en aceite de ajonjolí y cacahuate, servida sobre fideos chinos y bastones de vegetales, la salsa en la q está bañado es de lima y leche de coco, algo raro pero delicioso.
Mi novio eligió un Salmón Enchilado en costra de ajonjolí con pasta oriental en una salsa de chiles anchos, a él le fascinó pero a mi no tanto pues la salsa se me hizo un poco condimentada y con un saborcito “chocoso” y a mi esos sabores llegan a hartarme cuando ni siquiera he llegado a la mitad del platillo, pero esto sí que es sólo cuestión de gustos.
Por desgracia mi mamá y yo tan solo con las entradas terminamos llenas y no pudimos ordenar plato fuerte, pero yo me encargué de probar todos los platillos que llegaron a la mesa para poder darles mi opinión personal de estos.
Y ahora les contaré un poco del servicio, el mesero que nos atendió era muy amable pero le falto estar más atento, necesitábamos más cubiertos, otro menú y otro plato, y todo tuve que tomarlo de la mesa de a lado porque nuestro mesero no aparecía por el lugar. El restaurante estaba casi vacío, y es muy sabido que cuando en un restaurante menos comensales hay, peor es el servicio, esto se debe a que los meseros se confían y no están tan atentos a sus pocas o única mesa, y esto es justo lo que ocurrió. También debemos tomar en cuenta que el restaurante no tiene mucho tiempo que abrió sus puertas y puede deberse de igual manera a esto, pero de ahí en fuera estuvo bien.
Hablando de precios creo que son congruentes , tal vez algunos platillos si tienen un costo poco elevado, pero la originalidad del lugar y de los platillos lo justifican, además la atmósfera es muy diferente a la de los demás restaurantes que encontramos sobre el paseo del centro comercial fresco, colorido, y llamativo. El hecho de que el lugar sea abierto, pero que el espacio se siga uniendo con los materiales y detalles, hacen que el restaurante destaque, y le de un giro completamente confortable.
Por lo tanto les digo que vayan a probarlo, pero lleven en la mente la idea de que es algo diferente a lo que normalmente estamos acostumbrados, sé que a mucho no les encantará pero para otros se convertirá en uno de sus lugares favoritos.
Por mi parte puedo decirles que seguramente volveré.